1. La Sociedad Roosevelt, como integrante de la Mesa de Trabajo por la nueva LGPCD, que tenemos el honor de compartir con 26 organizaciones homólogas, y fiel a sus principios de lealtad y respeto por las posiciones del colectivo, ha guardado silencio frente a los acontecimientos y declaraciones posteriores a la aprobación de la mencionada ley por el Congreso de la República, a la espera de debatir y consensuar una posición común.
2. Sin embargo, al no poder ser partícipes de dicho debate, y comprobar que no existe un pronunciamiento oficial del colectivo, nos vemos en la obligación de expresar nuestra opinión respecto a las observaciones que han hecho públicas algunas autoridades, como los ratificados Ministros de Economía y de Trabajo; así como pronunciarnos sobre las “bondades” de la tan aplaudida ley.
3. Desde el inicio del debate de la nueva LGPCD, la Sociedad Roosevelt expresó que dicha ley requería, INDISPENSABLEMENTE, que se considerase el criterio de GRADUALIDAD de la discapacidad que permitiese distinguir entre políticas y mecanismos de protección y de promoción de los distintos beneficiarios del nuevo instrumento legal, observación que, una vez más, es ignorada por los autores de la ley.
4. Asimismo, señalamos que no bastaba con un mero reconocimiento declarativo del rol de la familia en el desarrollo de las personas con discapacidad, sino que se requería consagrar su papel como “CUIDADORES”, haciéndoles extensivos los beneficios que se brindarán a las pcds. Esto también fue ignorado, causando el rechazo y la decepción de quienes, no padeciendo ninguna discapacidad, se ven impactados por ella y que, en la gran mayoría de los casos, han reemplazado a un estado indiferente e indolente.
5. Desde diciembre del 2009, la Sociedad Roosevelt ha venido abogando por el otorgamiento de una Pensión Solidaria No contributiva a las personas con discapacidad severa, pero no como un bono, sino como una pensión y un derecho a adquirir; y no con el condicionante de “pobreza extrema”, pues entendemos que esta pensión no sólo tiene un efecto económico, sino, y sobre todo, en la elevación de la autoestima y la dignidad de alrededor de 100 mil peruanos que viven con una discapacidad severa.
6. En cuanto a la observación hecha pública por el Dr. José Villena, Ministro de Trabajo, coincidimos en que es irreal elevar la cuota a 5% de empleo en el sector público, cuando en TRECE AÑOS de vigencia de la actual norma, ni siquiera se pudo cumplir con el 3% determinado. Es nuestra posición que la nueva norma mantenga la cuota anterior, pero que señale sanciones reales y efectivas a aquellas autoridades que incumplan con dicha normatividad.
7. La Sociedad Roosevelt, desde un inicio, se pronunció sobre la posible colisión de la obligatoriedad de una cuota de empleo en la actividad privada con el principio de libre contratación, principio que, aunque no nos guste, ha contribuido al desarrollo del país, y por tanto, debe ser respetado. Creemos que, el empleo en la empresa privada debe surgir de políticas de incentivo y beneficios por parte del estado
8. Somos conscientes que nuestra posición es discordante con la expresada por otros gremios, pero creemos, responsablemente, que la razón no se funda en el peso de las mayorías, sino en la solidez de los argumentos, y esperamos representar la voz de una minoría que, al igual que todos, quiere un desarrollo sostenido y sostenible de la población con discapacidad y sus cuidadores.
Por todo lo expuesto anteriormente, la Sociedad Roosevelt solicita al Presidente de la República y al flamante Presidente del Consejo de Ministros observen la ley aprobada y la devuelvan al Congreso de la República, para un mayor estudio y debate.
Asimismo, solicitamos al Congreso de la República no insistir en la promulgación, y derivar la ley a las comisiones pertinentes.
Esperamos que el Presidente de la República, el Consejo de Ministros y el Congreso de la República tengan en consideración los argumentos y conclusiones expresados en este pronunciamiento.
Asimismo, solicitamos a los medios de comunicación recojan nuestra inquietud, en la comprensión de su responsabilidad social con las libertades de expresión y prensa que también asiste a la Sociedad Civil organizada.
Sin otro particular, quedamos de ustedes
Lima, 24 de Julio del 2012
Haga click aquí y visite nuestro website.
Soy madre de una niña con discapacidad severa de 13 años, me auno a su Pronunciamiento porque veo que es la mas acorde a lo que realmente queremos ver plasmado en la nueva Ley y que no ha sido tomada en cuenta, procederé a divulgarlo entre mis contactos. Saludos desde Chiclayo
ResponderEliminar