¿QUIENES SOMOS?

¿QUIENES SOMOS?
La "SOCIEDAD ROOSEVELT", es una organización creada para servir como interlocutor válido ante nuestra sociedad y autoridades, a fin de presentar propuestas y alternativas en lo que concierne a la discapacidad.Si quieres ver y saber más de la SOCIEDAD ROOSEVELT, haz click en esta fotografía, o visita nuestra página web: www.proyectoroosevelt.mex.tl

sábado, 13 de octubre de 2012

PRONUNCIAMIENTO DE LA SOCIEDAD “ROOSEVELT” SOBRE LA NUEVA LEY GENERAL DE LA PERSONA CON DISCAPACIDAD POR EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA


La Sociedad Peruana de Personas con Discapacidad “FRANKLIN D. ROOSEVELT”, como parte de la Sociedad Nacional de Personas con Discapacidad y Familiares del Perú (SND-PERÚ), colectivo macro que agrupa a más de 24 instituciones de la Sociedad Civil organizada, y en cumplimiento de sus fines de estudio, análisis y acción en la temática de la discapacidad,  cumple con su obligación de expresar al Presidente del Congreso de la República, a las autoridades competentes, a las organizaciones de personas con discapacidad y a la opinión pública en general, nuestra posición frente a la manifiesta tendencia del Congreso de la República, a través de la Comisión de Inclusión Social y Personas con Discapacidad, por la insistencia de la nueva Ley General de la Persona con Discapacidad. Este pronunciamiento es hecho público tras un estudio y análisis profundo y serio de la situación en mención.
1.     Desde el inicio del debate de la nueva LGPCD, la Sociedad Roosevelt ha señalado los gruesos vacíos y enormes errores jurídicos y constitucionales de la misma, algunos de los cuales argumentamos en el Pronunciamiento N° 005-2012/PRES/SPPDFDR que, en su oportunidad, hicimos público; a los que se suman las catorce observaciones hechas por el Poder Ejecutivo, y las legítimas aspiraciones de los millones de personas con discapacidad del Perú (sobre todo del interior y zonas rurales) que JAMÁS fueron consultados u oídos.
2.     Somos conscientes que los defensores de la promulgación de la ley, tal cual está, han interpuesto todo su poder y su influencia para crear una corriente de opinión favorable a su causa, lo que sería válido y legítimo si no existiesen poco claros intereses, los que están íntimamente relacionados a la cooperación internacional que reciben de una organización de la que su líder es principal “consultor”.
3.     Los que impulsan la “insistencia”, se basan en que la ley es legitimada por “120 mil firmas de ciudadanos de a pie”. Este argumento es falaz y manipulador, pues no creemos que ninguno de esos ciudadanos “de a pie” hayan condicionado sus firmas a revisar el contenido de una “iniciativa ciudadana” hecha a puertas cerradas y sin contar con la opinión de la sociedad civil organizada.
4.     También se basan en que la autógrafa fue aprobada por unanimidad en el Pleno con 106 votos. Este argumento es, en el mejor de los casos, sólo una forma de ver los hechos, pues, en nuestro concepto, esos 106 votos demuestran la voluntad política de nuestros parlamentarios de legislar a favor de nuestro colectivo, por lo que nos toca a la sociedad civil organizada, de manera CONSENSUADA, la elaboración de un instrumento legal que, con una dirección y un objetivo, impulsen el MODELO PERUANO que, párrafos más adelante, explicaremos.
5.     Otra falacia impulsada por estas agrupaciones, es la crítica a la primera observación del Ejecutivo, donde (dicen) estaríamos perdiendo nuestra capacidad jurídica; basta dar una lectura objetiva a dicha observación para comprender que lo que se señala allí es que NINGÚN DERECHO ES IRRESTRICTO y que, por tanto, nuestra capacidad jurídica DEBE someterse a lo estipulado por la legislación nacional.
6.     Este mismo grupo, hoy vestido de “espíritu conciliador”, aplica el psico-social de que trabajar por un texto legal mejorado es arriesgarse a una nueva observación del ejecutivo, creando una total ausencia de ley… Nada más lejos de la realidad, pues el propio Ejecutivo al observar que la autógrafa no tiene mecanismos de aplicación de derechos, crea un escenario en que la observación de estos mecanismos sería el más absurdo contrasentido. Y en cuanto a quedarnos sin ley, esto también es falso, pues mientras no se apruebe una nueva ley, seguiremos estando bajo la 27050.
7.     Asimismo, señalan que, después de la aprobación “por insistencia”, todos los vacíos se pueden llenar en el Reglamento, o por modificatorias, desconociendo que, por un lado, lo que la ley no contemple, NO PUEDE SER DESARROLLADO POR UNA NORMA DE RANGO MENOS, y que, por otro lado, una modificatoria es un proceso largo, tedioso y costoso que demoraría NO MENOS DE CINCO AÑOS.
8.     En 100 años de leyes dispersas en “favor” de las Personas con Discapacidad, se ha carecido de un modelo o patrón establecido que direccione y viabilice leyes que puedan cumplirse. Por esa razón, las propuestas que entregamos pretenden implementar un MODELO PERUANO de atención a las PCD que no sólo desarrolle lo dispuesto por la Convención, sino que superándola, nos vuelva a poner a la cabeza en latinoamérica, lugar que nunca debimos dejar.
9.     Este MODELO PERUANO no es sólo “asistencialista”, o sólo “promotor”, sino una combinación de ambos, pues no se puede negar que así como hay un gran porcentaje de personas con discapacidad en capacidad de ser promovidos e incorporados a la PEA, también hay un muy importante número de personas que, por la severidad de sus discapacidades, requiere medidas de protección por parte del estado y la sociedad.
10. Este MODELO PERUANO pretende romper con la visión paternalista y dependiente del estado, basando su funcionamiento en una Sociedad Civil Organizada y EMPODERADA que pueda hacerse cargo de la aplicación y fiscalización de las normas que se vayan a aprobar.
11. Debemos entender que el papel de la Convención es el de “reconocer” los innegables derechos de las Personas con Discapacidad y que el verdadero rol de la legislación nacional es “implementar los accesos” a esos derechos, los que, creemos, se concretizan con nuestras propuestas.
12. La Sociedad Roosevelt lamenta profundamente que, lo que debió ser un punto de encuentro entre todas las organizaciones, se haya convertido en un polarizado e irreconciliable intercambio de adjetivos y personalizaciones, creando un ambiente que ahonda las divergencias y nos sume, más aún, en nuestra ya tan dañina división.
13.  Esperamos que, pasado este momento, y en cualquier escenario que se dé, podamos reencontrarnos y, juntos, trabajemos por devolverle a nuestro país el liderazgo continental que alguna vez tuvimos en materia de discapacidad.
Por todo lo expuesto anteriormente, la Sociedad Roosevelt solicita al Presidente del Congreso de la República, Señor Víctor Isla Rojas, al Presidente de la Comisión de Inclusión y Personas con Discapacidad, Ing. Jhon Reynaga Soto, y a los demás miembros de dicha Comisión, no insistir en la promulgación de la Ley General de las Personas con Discapacidad y promover su revisión e incorporación de nuevos aportes.
Solicitamos a los medios de comunicación recojan nuestra posición, dado que la discapacidad no es propiedad, ni feudo, de una persona o de un grupo minoritario.
Sin otro particular, quedamos de ustedes
Lima, 12 de Octubre del 2012 

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