Este
texto persigue el cambio de la concepción asistencialista y biomédica de la
discapacidad (entendiendo ésta como una relación tratamiento–rehabilitación),
hacia el cambio a la inclusión social de las personas en situación de
discapacidad desde lo funcional, el entorno y sus barreras. Esto nos
facilitará nuestra experiencia moral, para dar paso a una sociedad inclusiva.
El tratamiento
de la situación de discapacidad apunta a las propuestas o modelos que no
otorgan obstáculos para la intervención de carácter funcional
de las personas que presentan alguna limitación, deficiencia o carencia.
Siendo la inclusión un proceso natural, gobernado por la accesibilidad y
el diseño universal.
Esto nos
permitiría entender que el antagonista, el muy malo de la película
Star Wars, el señor Dart Vader, es una persona con más de una
limitación objetiva, pero puede desenvolverse funcionalmente dentro de su
entorno directo y posiblemente indirecto; por lo que la situación de
discapacidad no existiría , ya que producto de la tecnología para la medicina
asociada al cuerpo humano, la accesibilidad y el diseño universal, el señor
Vader puede desempeñar sus actividades y acciones, sin limitaciones de ninguna
especie.
La situación
de discapacidad aparece cuando la función y el entorno no permiten que esa
persona pueda desempeñar una actividad u acción concreta. A modo de ejemplo:
una persona en situación de discapacidad visual no puede conducir un automóvil,
pero cuando ésta tenga acceso a un vehículo autómata, que le permita
desplazarse con independencia, esta nueva función adquirida eliminará la
situación de discapacidad en esta tarea. Pero, puede nuevamente adquirir la
condición de situación de discapacidad al no poder leer un letrero en la calle.
Por lo
anterior, vuelvo a repetir, el señor Vader no es una persona en situación
de discapacidad, sino una persona que posee varias limitaciones objetivas,
siendo un producto cultural estructurado en el concepto del héroe malvado,
validado en nuestro consciente colectivo, como así también en el inconsciente
colectivo. No conozco su diagnóstico médico general, pero claramente se
desenvuelve sin obstáculos ni limitaciones. Entonces podríamos mencionar como
ejemplo:
Una persona
necesita cruzar la calle, al lado de él se encuentra una persona en silla de
ruedas listo para cruzar. La muchacha de la silla cruza al dar la luz verde, y
la otra le pregunta si puede cruzar ya que ve muy poco.
En este caso
la persona en situación de discapacidad es el hombre que no puede cruzar con
seguridad la calle, ya que no utiliza ni un bastón ni tampoco el oído para
saber si se acerca un vehículo; y no la chica en sillada ruedas, quien realizó
la actividad de cruzar la calle como una persona sin
situación de discapacidad.
Lamentablemente,
para algunas personas que tienen ciertas limitaciones funcionales
objetivas, la naturaleza de ésta aún no ha sido resuelta y la eliminación de
estas barreras es un desafío. Este tema pone mayor complejidad a los
factores del entorno propio de la discapacidad.
La
discapacidad Visual, Física, Auditiva, cognitiva, psíquica y visceral,
merecen un trato diferente y complejo, desde la accesibilidad,
implementación del diseño universal, desarrollo de tecnologías,
educación, capacitación, empleo, rehabilitación, recursos
humanos especializados, equipamiento e infraestructura. Además de la aplicación
de los derechos de las personas en situación de
discapacidad, cuerpos normativos, políticas públicas, recursos, y
cultura sobre el trato de las personas en situación de discapacidad, estos
múltiples elementos, que merecen un tratamiento individual como así también un
análisis general, son los factores que aún complican más el
entendimiento, como así también los modelos sistémicos para la eliminación de
las barreras.
Todos estos
elementos son un coctel difícil de tomar y entender, pero, para mayor
descripción, me permito hacer la reflexión: El Sr. Vader no es una persona en
situación de discapacidad, además, tiene un trabajo remunerado, claramente no sé
cuánto percibe por concepto de sueldo, pero me tinca que gana muchas
lucas. Además, es diferente, muy diferente, físicamente viste un traje negro,
como de plástico, y una máscara que le permite ver y respirar. En la estrella
de la muerte todos lo respetan por ser un Jedi, pero ¿hasta dónde llega la
tolerancia del entorno de las personas que trabajan con él? en alguna escena
por ahí, escuché a más de alguien, cuando Vader se saca la máscara: “Que feo,
no quiero ni ver”, “me da pena”, “está pal gato”, etc. Claro, es un personaje
televisivo masivo que busca exactamente provocar eso en el receptor o
audiencia.
Ahora bien,
¿somos tolerantes, tenemos cultura de trato hacia las personas en situación de
discapacidad, asumimos la diferencia?, la verdad no lo creo.
Desde mi
propia experiencia me he planteado esta pregunta, y recuerdo claramente siendo
niño haberme burlado y reído, quizás por inseguridad o un primer
encuentro involuntario, de una persona en situación de discapacidad. El adulto
que me acompañaba tampoco me explicó, quedó horrorizado por mi actitud, no
hizo ninguna referencia, o algo por el estilo, no supo enfrentar la
situación y se hizo el tonto. Nadie me dijo nada, y sólo luego de adquirir una
serie de limitaciones de carácter objetiva, que me condicionaron a una
situación de discapacidad, pude entender esta realidad. Fue esta experiencia, y
el trato histórico que les hemos dado a las personas en situación de
discapacidad, lo que nos lleva a encontrarnos con números lapidarios en
empleabilidad, acceso a una educación de calidad, entre otros. Pero todo
parte desde lo empírico, la experiencia, la experiencia moral. Esta
invitación es individual y transferible.
Fuente: http://www.elmostrador.cl/vida-en-linea/2016/10/03/darth-vader-discapacitado-o-persona-en-situacion-de-discapacidad/
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