Cada año, y
post-discurso presidencial, es común el leer y oir múltiples quejas por no ser
mencionados por el Presidente de turno.
Así que, más
allá de unirnos al coro de quejas, permitasenos hacer un análisis frío y
objetivo del mensaje presidencial.
En primer
lugar, coincidimos con todos los analistas en que el mensaje de Humala sólo
sirvió para cumplir el precepto constitucional y que, en todo momento, evitó
tocar los grandes temas que la población exigía.
Pero, en
medio de tanta "nadería", debemos rescatar la frase "INCLUIR
PARA CRECER", pues es válido preguntar, ¿a quiénes se refirió Humala, como
a los que se debe INCLUIR?, ¿a los que ya están incluídos, o a los que aún NO
SE NOS INCLUYE?. Este es el momento de tomar la palabra al Presidente y EXIGIR
nuestra inclusión, no sólo como factor social, sino como elementos productivos
desperdiciados y MUY NECESARIOS PARA ASEGURAR EL CRECIMIENTO Y DESARROLLO DEL
PAÍS.
No hay dudas
que estamos frente a un gobierno que cada día retrocede en sus promesas de inclusión
social y se ve inmerso en políticas neoliberales que posterga a las poblaciones
vulnerables por el sólo hecho de no ser "productivamente rentables".
En ese escenario, hablarle a los gobernantes de luchas y de justicia social, es
tan inútil como recitar con megáfono a Vallejo en plena plaza de
Tian'anmen. Hablémosles en su idioma, expongamos la mano de obra que se
desperdicia y provoquemosles un inmenso dolor de bolsillo al notar el dinero
que dejan de ganar al no incluirnos.
Este es el
momento de demostrar madurez, de dejar las quejas a un lado y de, juntos,
incidir para llevar la discapacidad a la agenda gubernamental.
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